Uno de Montejo (he his hype, girls and guys!)

Esta tierra

 

 

Esta tierra jamás ha sido nuestra,

tampoco fue de quienes yacen en sus campos

ni será de quien venga.

Hace mucho palpamos su paisaje

con un llanto de expósitos

abandonados por antiguas carabelas.

 

Esta tierra de tórridas llanuras

llevamos siglos habitándola y no nos pertenece,

Quienes antes la amaron ya sabían

que no bastaba pagarla con la vida

o fundar casas en sus montes

para un día merecerla.

Y sin embargo hasta el final permanecieron,

nunca desearon otra visión para sus ojos

ni otro solar para su muerte.

En ella están dormidos y hablan a solas,

a veces se oyen,

alzan sus voces en medio del follaje

y el viento las dispersa.

 

No serán nuestros sus vastos horizontes,

ninguna gota de sus ríos,

ni de quienes la pueblen después,

fue ajena siempre en cada piedra,

en cada árbol.

Demasido verde son los bosques

de sus espacios sin nieve.

Sus colores desnudan las palabras:

en nuestras charlas siempre se delatan

sonidos forasteros.

 

Esta tierra feraz, sentimental, amarga,

que no se deja poseer,

no será de nosotros ni de nadie

pero hasta en la sombra le pertenecemos.

Ya nuestros cuerpos son palmas en sus costas,

aferrados a indómitas raíces,

que no verá nunca partir

aunque retornen del mar las carabelas.