Echa tu Cuento

Venezuela está en el ojo del huracán mediático internacional. Este es el momento para compartir tus cuentos. Ven y ayúdanos.

Estimados lectores, tuiteros, doñas del Facebook, y persona random que abrió este post por accidente. Amigos del blog, todos.

Venezuela no existe.

Al menos no para la prensa extranjera. La atención que estos medios normalmente le dedican a la situación que nos está matando al país, es similar a la que un perro puede darle a la Constitución cuando pasa una ardilla.

Hagamos memoria. En febrero 2014, tras los abusos para reprimir las protestas estudiantiles, el mundo volcó la mirada sobre nuestro derruido país. Quizás más por morbo que por un sentimiento global de justicia, la sangre de los estudiantes asesinados por cuerpos de seguridad del estado tituló las primeras planas de los periódicos más importantes del planeta. Y luego, la revolución en Ucrania nos robó el show. “Ucrania los jodió,” esa sentencia de un amigo periodista islandés fue, para mi, el principio de la condena al olvido tras nuestros 15 minutos de fama en la palestra internacional.  

Entonces, está claro que la ventana de interés existe, pero que se cierra rápidamente. También queda claro, que cuando nos enfocan es porque algo grande está pasando.

En estos momentos la ventana está abierta. We have the floor.

Nada más fíjense en las noticias de los últimos tres días: La pieza de Nick Casey en el New York Times sobre el descuido criminal de nuestros hospitales; los reportes de inteligencia que indican una creciente preocupación del gobierno de Estados Unidos por la posibilidad de un desenlace violento; la cobertura en la BBC, The Guardian, y la serie de artículos que ha publicado El País de España; incluso el artículo de Quico y Moisés Naím en The Atlantic; todas noticias virales sobre, y todas noticias sobre el resquebrajamiento de nuestra sociedad.

Aquí, entonces, es donde necesitamos de su ayuda. Queremos sus historias. Que nos expliquen de forma sencilla sus vivencias, y lo que han tenido que hacer para sobrevivir a la distopía. Cualquier detalle que valga la pena contar, y que pienses que contribuya a la narrativa del país que va quedando.

Mucho está pasando en poco tiempo y es difícil asimilarlo todo. Con sus pequeñas piezas del rompecabezas esperamos poder armar lo que llaman en el imperio el Big Picture.

Ustedes nos cuentan, y nosotros lo escribimos.